Las disqueras sucumben a las leyes del mercado
Como ya lo había manifestado en otros blogs, tanto la piratería como el intercambio de música por redes P2P han golpeado seriamente a la industria discográfica.
Sin ahondar en las razones de tal fenómeno, dicha industria, junto con otras igualmente afectadas, como la de películas, software y libros, han sido muy lentas y poco creativas en la forma de hacerle frente a éste. Ante la demanda de facto de los mercados, al rechazar con sus acciones el esquema actual de comercialización, las industrias afectadas han respondido con poco imaginativas acciones legales de dudoso sustento, pues no han podido ir más allá de la intimidación, con escasos resultados, salvo en algunas pocas excepciones donde han logrado cerrar algunas compañías dedicadas al intercambio de archivos (el más famoso es el de Napster, quien sin embargo ha vuelto a la música gratuita con restricciones y mecanismos nuevos).
Con la ayuda del siempre visionario Steve Jobs, CEO de Apple, Universdal, Warner Music, EMI y Sony BMG han renovado contratos para la venta de canciones al precio único de $0.99 USD.
Las negociaciones tuvieron momentos álgidos donde se estuvo a punto de suspenderlas, pues las disqueras querían cobrar más por los nuevos lanzamientos, al grado que Jobs les llamó "codiciosos" a los representatne de aquellas. En contra de su voluntad, y probablemente sin haberse dado cuenta aún, este acuerdo les beneficia mucho más de lo que piensan, pues al mantener una tarifa plana, los volúmenes de venta se mantendrán creciendo.
El 80 % de participación en el mercado de música en Internet de iTunes, compañía propiedad de Apple y responsable de comercializar en Internet los productos de las más grandes disqueras, le dieron la fuerza para doblegarlas, no en su propio beneficio, sino para manterer la creciente tendencia de los consumidores de comprar música por Internet. Hoy esta vía comercial representa sólo el 5% de las ganancias de las disqueras, pero como ya dije, presenta una fuerte tendencia a la alza. En esto consiste la genialidad de Jobs. A diferencia de sus grandes clientes, Apple escuchó al mercado y está generando un cambio muy importante en las estructuras de distribución y comercialización de la industria musical.
No harían nada mal otras industrias con similares problemas en sacar las antenitas y escuchar atentamente lo que sus respectivos mercados demandan: busquen la manera de bajar precios.
Nota de BBC Mundo
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